El Zakat, o caridad obligatoria, es el tercer pilar del Islam. Es un acto financiero de adoración,
por el que los musulmanes dan una devoción monetaria por amor a Dios a quienes reúnen los
requisitos para recibirla. Mediante la caridad obligatoria, el musulmán se purifica del egoísmo y
la avaricia, además de purificar su riqueza al dar parte de ella. También purifica el corazón del
receptor al fomentar la buena voluntad y el agradecimiento entre él y quienes le dan la caridad
obligatoria.
La caridad ayuda a la sociedad en general, ya que es un medio económico importante para
establecer la justicia social. Esto, a su vez, conduce a una mayor prosperidad y seguridad para
todos. En primer lugar, las caridades obligatorias garantizan que la riqueza no quede sólo en
manos de unos pocos ricos. Las caridades obligatorias redistribuyen la riqueza, especialmente
entre los más desfavorecidos.
El zakat también garantiza que los ricos asuman cierto grado de responsabilidad social. No
pueden limitarse a acumular riqueza e ignorar las necesidades de los demás y desentenderse de
la situación de los menos afortunados. Por el contrario, deben empatizar, compartir y formar
parte de las dificultades de los pobres, no sólo dando las caridades obligatorias anuales, sino
también asegurándose de que lleguen a tiempo a los destinatarios correctos. El zakat se da
anualmente. Se nos anima firmemente a dar regularmente en forma de caridad voluntaria.
Algunos de los principios fundamentales del Islam son la fraternidad, la justicia y el amor mutuo
entre los creyentes. Las caridades obligatorias garantizan esto en más de un sentido. La
combinación de actos físicos y económicos de devoción a Dios fortalece a una comunidad en su
forma de pensar y comportarse. Dios une a menudo en el Corán las devociones rituales diarias y
Las caridades obligatorias. Las devociones rituales diarias muestran sacrificio a Dios, disciplina y
ayudan a fortalecer la fe. Las caridades obligatorias muestran el sacrificio de los deseos y las
comodidades del mundo, así como la voluntad de ayudar a los demás y aliviar sus dificultades.
Las caridades obligatorias permiten que los pobres y los necesitados se sientan valorados por el
hecho de que no necesitan mendigar, sino que recibirán ayuda anualmente debido a su
pobreza y necesidad. Si nos fijamos en la vida de los discípulos del Mensajero Muhammad,
muchos de ellos eran pobres y otros ricos. Los ricos ayudaban a los pobres, tanto a través de las
caridades obligatorias como de continuos actos de caridad. A cambio, los pobres no sentían
resentimiento hacia sus hermanos más ricos. Era una comunidad de amor mutuo, fraternidad y
justicia.
Por todas estas razones, la obligación de las caridades obligatorias es tan importante en el
Islam. Es una responsabilidad que no debe descuidarse. La gente debe asegurarse de ser
meticulosa y consciente en el cálculo y seguimiento de sus caridades obligatorias, en términos
de cuándo se debe, la cantidad debida y cómo se distribuye a aquellos que tienen derecho a
recibirla. Dios dice: "Toma, Oh Mensajero, las caridades obligatorias de sus riquezas, para que
puedas purificarlos de la inmundicia de los pecados y las malas acciones, y con las que puedas
aumentar sus buenas acciones." [9:103]