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Jannete Elgohary

Jesús en el islam

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En el islam, creemos en las escrituras originales que Dios envió a Sus mensajeros. El Corán es la
única escritura de Dios que está intacta y todavía existe en su forma original y prístina.
Las escrituras sagradas originales del pasado no existen en su forma original en nuestros
tiempos. Esto lo confirman los eruditos bíblicos, judíos y cristianos. Sin embargo, algunos de los
significados de versos bíblicos existentes están claramente en línea con las escrituras originales
porque son confirmados por el Corán, el Testamento Final. Un ejemplo sería el mandato de
adorar sólo a Dios sin ningún compañero.


Los musulmanes creen que la Torá de Moisés y el Injeel (Evangelio) de Jesús proceden de Dios.
Sin embargo, la Torah y el Injeel (Evangelio) originales no existen en la actualidad. La Biblia
actual se compone de el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Estos son una colección
de muchos libros de diferentes autores escritos en diferentes épocas, no sólo la Torá y el Injeel
que fueron enviados por Dios a Moisés y Jesús respectivamente.


En el Islam, vemos a Jesús y a su madre de manera diferente a como los cristianos en sus
diversas denominaciones los ven.


Jesús, el hijo de María, fue un mensajero, y un profeta de Dios. Era un humano sin
parte de la divinidad. Era un musulmán, al igual que todos los mensajeros de Dios. Jesús fue el
Mesías (el mensajero de Dios elegido) para los Hijos de Israel. Vino a confirmar la Ley y la
Torah de Moisés y predijo la llegada de Muhammad. Isa es el nombre de Jesús en árabe.

Hacemos una oración cada vez que mencionamos el nombre de cualquiera de los mensajeros
de Dios. Esa oración es pedir a Dios que bendiga a los mensajeros y les conceda protección y
bienestar.


Tanto Jesús como Muhammad eran seres humanos que no compartían la divinidad con Dios.
Eran hermanos en la fe – hermanos de diferentes madres. Ambos eran musulmanes que se
sometieron a Dios, siguieron sus mandamientos y obedecieron a Dios con sinceridad. Ambos
fueron enviados por Dios para guiar a la gente como mensajeros y profetas. Vinieron con el
mismo mensaje que todos los demás mensajeros y profetas de Dios desde la época de Adán.
Ese mensaje era “Adora a Dios y seguir los Mandamientos”.


La principal diferencia en su vida física es que Jesús no tuvo padre, mientras que
Muhammad sí, aunque él también creció huérfano ya que su padre murió antes de que él
naciera.


Jesús tuvo un nacimiento milagroso que se menciona en el Corán. Su madre, la Virgen María, lo
dio a luz como una señal y un milagro de Dios.


Tanto Muhammad como María, la madre de Jesús, eran descendientes de Abraham a través de
sus dos hijos Ismael e Isaac. María, la madre de Jesús, era de la descendencia de Jacob, hijo de
Isaac, mientras que Muhammad era descendiente de Ismael. La madre de Jesús era israelita
y Muhammad era ismaelita, un árabe.


Jesús se menciona en el Corán con los siguientes títulos: el Mesías, un Milagro, un Espíritu y una
Palabra de Dios.


En cuanto a las diferencias en sus enseñanzas, tanto Jesús como Muhammad trajeron el mismo mensaje fundamental de adorar al Único Dios Verdadero y de seguir sus mandamientos. Hay
algunas diferencias en los detalles de la ley que trajeron porque Jesús sólo fue enviado para un
pueblo en particular y para un tiempo y lugar limitados, mientras que Muhammad fue enviado
para toda la gente y para todos los tiempos y lugares.


Jesús volverá (retornará) a la tierra al final de los tiempos y se unirá a las filas de los creyentes
contra los incrédulos. Muhammad profetizó esto y dio detalles sobre el fin de los tiempos.
En el Islam, tenemos que creer en ambos y amarlos. A los musulmanes se les enseña a celebrar,
amar y honrar a Jesús.


Un error común que tienen algunas personas es que los musulmanes adoran a Muhammad de
la misma manera que muchos cristianos adoran a Jesús. Eso no es cierto. Los europeos y los
orientalistas solían llamar a los musulmanes “mahometanos”, siguiendo esta idea errónea.
Los cristianos creen en la divinidad de Jesús y algunos de ellos, como los católicos, creen en la
divinidad de su madre María, la Virgen, a la que llaman ‘La Madre de Dios’. Los musulmanes no
creen en la divinidad de Jesús, María o Muhammad. En el Islam, sólo Dios es divino.


Los musulmanes no adoramos a Muhammad. No terminamos las oraciones en su nombre, sino
que pedimos a Dios que lo bendiga y proteja al mencionar su nombre. No tenemos un
equivalente del “Ave María” dedicado a la madre de Mohammed.


Rezamos directamente a Dios y terminamos la oración con el nombre de Dios.
Los musulmanes no hacemos imágenes e iconos de ningún ser humano, por muy especial y
justo que sea. Nosotros no tenemos estatuas ni esculturas en nuestros lugares de oración. La
casa de oración está dedicada exclusivamente al Único Dios Verdadero. Simplemente tratamos de seguir el modelo y el camino de Muhammad como él siguió el modelo y el camino de los
mensajeros que le precedieron, Abraham, Moisés y Jesús.


Que Dios bendiga, proteja y honre a Jesús y a Muhammad.

Lecciones de la vida de José

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Lecciones de la vida de José

 

La historia de José contiene muchas lecciones importantes. He aquí algunas de las principales:

1. Dios honra a quien quiere – Ser probado en la vida no significa que a Dios le desagrade. De hecho, como vemos en esta historia, Dios puso a prueba a las personas más queridas por él: Sus Mensajeros. Del mismo modo, la falta de pruebas y dificultades no es un signo de la complacencia de Dios. En esta historia, a pesar de los desafíos del abandono, la esclavitud, la falsa acusación y la prisión, José se mantiene fuerte en su fe y adherido a las enseñanzas de Dios, y a su vez, Dios lo honra y lo protege.

2. Integridad y carácter noble – José muestra la más alta moral y carácter a lo largo de toda su vida y en todas las circunstancias en las que se encuentra. Como esclavo y prisionero, es el epítome de la buena conducta y la integridad. Incluso cuando se le da la oportunidad de salir de la cárcel, José se niega, insistiendo en que primero se declare su inocencia antes de salir de la prisión.

3. En la cárcel, antes de interpretar los sueños de sus compañeros de prisión, José les enseña sobre Dios y les llama a adorarle solo a Él. Ante la opción de acceder a las exigencias de las mujeres inmodestas de la élite, José se dirige a Dios y prefiere la prisión a la desobediencia a Dios.

4. Mirando el bien mayor – Después de que han pasado los años, y su antiguo recluso vuelve a él con el sueño del rey, José no lo reprende sino que interpreta el sueño, debido a la gran necesidad de la gente de prepararse para las dificultades que se avecinan.

5. Perdón – A pesar del daño real que los hermanos de José le hicieron, José los perdona y perdona cuando regresan. José está ahora en una posición de poder e importancia. Podría haber hecho lo que quisiera y habría tenido derecho a hacerlo. Sin embargo, en lugar de eso, elige la opción más difícil pero más gratificante de olvidar yperdonar.

6. Resistencia y perseverancia – La historia de José es una historia de resistencia y perseverancia. A lo largo de su vida, José demostró niveles asombrosos de paciencia, desde el momento en que es arrojado al pozo, a lo largo de sus años de esclavitud y prisión, y luego cuando sus hermanos se presentan ante él una vez más. Jacob también mostró altos niveles de resistencia y perseverancia, al no tener noticias de su hijo José durante décadas, y luego perder finalmente a su segundo hijo Benjamín.

7. Confianza en Dios – A lo largo de todos sus desafíos, José continuó confiando en Dios, sabiendo que Él tenía un plan y un propósito superior para él. Esto lo dijo José después de reunirse con su familia. Reconoció la sutileza y la belleza de los planes de Dios.

 

Escrituras Divinas Mencionadas en el Corán

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Escrituras Divinas Mencionadas en el Corán

 

Como musulmanes, creemos en todas las escrituras de Dios que fueron reveladas divinamente
a Sus Mensajeros a lo largo del tiempo. Aunque no sepamos el nombre de cada escritura,
creemos en las escrituras originales enviadas como palabras de Dios. Dios menciona algunas de
estas escrituras por su nombre en el Corán.

1. Los Pergaminos de Abraham y Moisés – mencionados al final del capítulo 87. Los
pergaminos de Moisés son diferentes de la Torá. Sin embargo, no tenemos más detalles sobre
estos pergaminos. Al final del capítulo 87, Dios menciona que "estas instrucciones e historias
que te mencioné están en las escrituras reveladas ante ti", en los Pergaminos de Abraham y
Moisés.

2. La Torá – revelada a Moisés. Se menciona en numerosas ocasiones en el Corán, como en
5:44. Dios se refiere a que la Torá y los mandamientos fueron revelados a Moisés. Dios también
menciona cómo los hijos de Israel cambiaron y desecharon varios de esos mandamientos con el
tiempo.

3. Los Documentos Escritos – entregados a David. Dios se refiere a los Documentos Escritos
en algunas ocasiones en el Corán, como en 17:55. El Mensajero Muhammad mencionó que
David era conocido por su hermosa y fuerte voz que usaba para recitar la Escritura.

4. El Evangelio – revelado a Jesús. El Evangelio se menciona en el Corán varias veces, como
en 5:46. Sin embargo, esto también fue cambiado con el tiempo y ya no se conserva en su
forma original.

5. El Corán – revelado al último Mensajero de Dios, Muhammad. El Corán contiene
declaraciones de Dios que se refieren a la belleza del Corán, su guía y su gracia, la importancia
de leerlo y estudiarlo, así como de atenerse a sus enseñanzas. El Corán ha abrogado todas las
escrituras anteriores y las ha sustituido. Dios ha conservado el Corán hasta el final de los
tiempos. Todas las demás escrituras ya no permanecen en su forma original con el mensaje
puro de Dios. Algunas partes han sido modificadas a lo largo del tiempo con adiciones,
sustracciones y adulteraciones.

Fases de la revelación del Corán

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Fases de la revelación del Corán

 

El Corán es la comunicación divina a los humanos y el discurso de Dios, la Palabra de Dios, entregada a Su último Mensajero Muhammad. La revelación del Corán no es un evento único, sino un proceso. He aquí una versión simplificada del proceso por el cual se produjo la escritura final de Dios, el Corán.

El Corán no fue revelado de una sola vez. Su revelación, como verás a continuación, se produjo a lo largo de un período de 23 años. Esto permitió a los primeros musulmanes aprender y estudiar el Corán a medida que avanzaban, facilitando la aplicación de sus enseñanzas. A veces, los pasajes del Corán se revelaban debido a una circunstancia o acontecimiento que ocurría. El Corán abarca temas como la fe y la creencia, los mandamientos de Dios, la recompensa y el castigo, la vida después de la muerte, el paraíso y el infierno, las historias de los mensajeros y las naciones del pasado, y otros temas.

Estas son las fases de la revelación del Corán:

Fase 1 – Año 13 AH/610 EC: El Corán en su totalidad fue revelado desde el Documento Preservado hasta el más bajo de los siete cielos en la Noche de Estatus Especial en el Mes de Ramadán en el año en que Muhammad fue comisionado como Mensajero de Dios. Dios dice: “Lo hicimos descender en la Noche del Decreto.” [97:1] Esta noche ocurre en el mes de Ramadán.

Etapa 2 – Año 13 AH – 11 DH/ 610-632 EC: A partir de ese momento, diferentes pasajes y secciones del Corán fueron revelados al Mensajero Muhammad por el Arcángel Gabriel, durante un período de 23 años. Los primeros pasajes revelados fueron los cinco primeros pasajes del capítulo 96. El Arcángel Gabriel estudiaba y revisaba el Corán con el Mensajero Muhammad cada año de su ministerio y lo hizo dos veces en su último año.

Etapa 3: El Mensajero Muhammad recitaba los pasajes revelados a sus discípulos, quienes los grababan y memorizaban. La principal forma de preservar el Corán era la transmisión oral, ya que esa era la tradición del pueblo. A algunos de los discípulos se les encomendó la tarea de ser escribas del Corán. Les decía qué pasaje iba en cada capítulo y cuál era su lugar. De este modo, el Corán era fácil de memorizar, comprender y estudiar. Así pues, el Corán quedó grabado tanto en el corazón de la gente como en los pergaminos y otros materiales de escritura de la época. Algunos discípulos tenían diferentes partes del Corán grabado, mientras que muchos lo habían memorizado en su totalidad de memoria.

Etapa 4 – 12 DH/ 633 EC: Durante el reinado del primer califa Abu Bakr, cuando los discípulos del Mensajero Muhammad empezaron a fallecer, ordenó que se reunieran todos los pergaminos del Corán y pidió a un grupo de expertos que se aseguraran de que se hiciera correctamente. Por lo tanto, el Corán tenía ahora la forma de un manuscrito.

Etapa 5 – 24-25 DH/ 644-645 EC: Durante el reinado del tercer califa Uthman, el Corán se copió de esos pergaminos y se colocó en forma de copia maestra utilizando una escritura que pudiera producir una recitación del Corán tal y como fue revelado. Esa copia maestra y su escritura se convirtieron en la norma para todas las demás copias posteriores. Este proceso de copia maestra fue supervisado por expertos. Se enviaron copias oficiales a todas las ciudades importantes del mundo musulmán de entonces.

Etapa 6: El árabe antiguo se escribía sin vocales ni marcas de dictado, ya que los árabes podían leerlo gracias a su comprensión del árabe. Durante el reinado del cuarto califa Alí y con la entrada de muchos no árabes en el Islam, la lectura del árabe antiguo se hizo difícil. Se dice que en esa época o poco después se añadieron vocales y otras marcas para facilitar la lectura.

Desde los primeros tiempos del Mensajero Muhammad, los musulmanes de todo el mundo recitan el mismo Corán.  Hasta el día de hoy, el Corán es memorizado por millones de musulmanes, lo que garantiza que no pueda ser alterado y, por tanto, que se conserve el Corán.

 

 

 

 

Eid Al-Adha: El Día del Sacrificio

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El Día del Sacrificio [1]

 

El décimo día del mes de la peregrinación [2], es la segunda fiesta islámica del año. Los musulmanes de todo el mundo la celebran igual que hace unos meses tras la finalización del Ramadán. Este año la fiesta caerá el sábado 9 de julio.

La historia del Día del sacrificio se remonta a la época de Abraham.  La celebración anual conmemora el gran acontecimiento cuando Dios ordenó a Abraham en un sueño que sacrificara a su hijo como un acto de obediencia. 37:102

Cuando Abraham estaba a punto de sacrificar a su hijo, Dios le reveló que su “sacrificio” se había cumplido.  Había demostrado que su amor por su Señor superaba a todos los demás, que haría cualquier sacrificio con tal de someterse a Dios.  Si usted es un converso al islam desde el cristianismo o el judaísmo, es posible que conozca una versión diferente de la misma historia que aparece en el Antiguo testamento de la Biblia.

Algunas personas se confunden en cuanto a por qué Dios le pidió a Abraham que sacrificara a su propio hijo.  El propósito no era que Abraham matara a su hijo, sino que sacrificara el apego a su hijo de su corazón para que todo su amor fuera exclusivo para Dios.

Así, forma parte de nuestra tradición que durante los benditos diez días del mes de la peregrinación (Hayy) y en el Día del sacrificio recordemos el sacrificio de Abraham, reflexionando sobre la historia y reviviendo algunos de los ritos.  Reflexionamos sobre lo que hizo de Abraham un creyente fuerte, alguien querido por Dios, alguien a quien Dios bendijo y convirtió en líder y ejemplo para todas las naciones que iban a seguirle.

El sacrificio de su hijo fue una prueba de la fe de Abraham.  Para conmemorar y recordar las pruebas de Abraham, los musulmanes sacrifican un animal como una oveja, una cabra, una vaca o un camello.  Esta práctica es a menudo malinterpretada por quienes no pertenecen a la fe.  Por lo tanto, hay que entender varios puntos aquí:

El sacrificio de animales no es un ritual pagano como algunos pueden suponer. No se parece en nada a los rituales paganos ya que no se utiliza la sangre derramada para frotar objetos o íconos como un ritual de sangre. No hay creencias supersticiosas. Tampoco existe la falsa creencia de que la sangre o la carne van a alimentar a un dios o se utilizan para evitar la ira de ese falso dios, como creen los paganos.

Todo lo contrario, ya que el Dios Único y Verdadero nos dice cuál es el objetivo del sacrificio.

“Establecí que [el sacrificio] de los ganados sea parte de los ritos de Dios, en ello hay un bien para ustedes. Mencionen el nombre de Dios sobre ellos cuando estén dispuestos en fila [para ser sacrificados]. Luego, cuando se desplomen sobre sus costados [sin vida], coman de ellos y den de comer al mendigo y al necesitado. Así los puse a su servicio para que sean agradecidos. Dios no necesita de la carne ni de la sangre [de sus ofrendas], Él desea que ustedes alcancen la piedad [mediante la práctica de este rito]. Con este fin se los facilitó. Alaben a Dios por haberlos guiado. Y albricia a los que hacen el bien [que alcanzarán el Paraíso]. 22:36-37

Realizar este sacrificio ritual en nombre de Dios es un signo de piedad y obediencia a Dios. Después de drenar la sangre y desecharla, la carne del animal se distribuye entre los pobres, la familia y los amigos.

No hay ningún ritual especial, aparte de que el animal cumpla ciertos requisitos.  El animal se sacrifica de la misma manera que se sacrifica en cualquier otro momento del año para que sea lícito su consumo.  La única diferencia es la intención.  En el caso del sacrificio habitual, la intención es consumir la carne o dársela a otros, pero en esta ocasión, es para adorar a Dios obedeciéndolo y  conmemorando la prueba de Abraham.

El nombre de Dios se pronuncia ya que Dios nos ha dado poder sobre los animales y los ha hecho sumisos a nosotros. Nos ha permitido consumir su carne, pero sólo en Su nombre.  Al pronunciar el nombre de Dios en el momento del sacrificio, nos recordamos a nosotros mismos que incluso la vida de un animal es sagrada y que sólo podemos quitarle la vida en el nombre de Aquel que la dio en primer lugar.

Los buenos actos expían los pecados.  Ofrecer el sacrificio de un animal es un ritual de devoción que también expía los pecados.  El profeta Mohammed enseñó que la acción más querida en este día es ofrecer el sacrificio, ya que éste dará testimonio a favor del devoto en el Día de la resurrección.

 

Reglamentos relacionados con el animal de sacrificio

 

     Tipo de animal

Los únicos animales que se pueden sacrificar son los mencionados en el Corán como ganado lícito para el consumo, es decir, camellos, vacas, cabras y ovejas. Una sola oveja puede ofrecerse como sacrificio para una sola persona o una familia.  En la época del mensajero de Dios, un hombre sacrificaba una oveja en su nombre y en el de los miembros de su familia, y comían de ella y daban algo a los demás. Un camello o una vaca son suficientes para siete personas.

     Edad del animal

El animal debe tener una edad determinada para ser apto para el sacrificio.  Las edades mínimas son:

  1. 6 meses para un cordero u oveja
  2. 1 año para una cabra
  3. 2 años para una vaca
  4. 5 años para un camello

     Características del animal

Debe estar libre de cualquier falta o defecto, ya que se debe elegir la mejor ofrenda para regalar a Dios. El animal ciego o tuerto, un animal enfermo, un animal cojo y un animal demacrado no calificarán para el sacrificio. Hay defectos más leves que no descalifican a un animal, pero se desaconseja sacrificar tales animales, como un animal al que le falte un cuerno o una oreja, o que tenga rajas, etc.

 

Momento del sacrificio

El animal debe ser sacrificado a la hora especificada en el Día del sacrificio, que comienza después de que el servicio congregacional (oración y sermón) haya concluido y dura hasta antes de la puesta del sol del día 13 del mes del sacrificio. Los tres días siguientes al Día del sacrificio se denominan Días del amanecer [3].

La carne del sacrificio la comen la familia y los parientes, se regala a los amigos y vecinos y se dona a los pobres.  Reconocemos que todas las bendiciones vienen de Dios, y debemos abrir nuestros corazones y compartir con los demás.

 

Consejos para el Día del Sacrificio (Eid al-Adha)

Tómese el día libre del trabajo o de la escuela, si es posible. Si no puede, trate de organizar su tiempo libre para intentar asistir al servicio religioso si está cerca.

Organiza el sacrificio del animal con anticipación. Puedes ir con musulmanes locales a un rancho o a un matadero o ir por tu cuenta si tienes experiencia previa. Será una experiencia que no olvidarás. Puedes sacrificar el animal tú mismo o pedirle a un compañero musulmán que lo haga por ti. Si no hay ningún musulmán disponible, puede hacerlo un judío o un cristiano, siempre que sacrifique al animal correctamente, cortando las venas yugulares y dejando que se desangre mientras menciona el nombre de Dios. También puedes transferir dinero a una organización benéfica islámica para que lo haga en tu nombre y ellos distribuirán la carne a los pobres. Para millones de musulmanes pobres de todo el mundo es el único momento del año en que pueden comer carne.

Como nuevo musulmán, es posible que no vivas en una zona con una comunidad musulmana, por lo que se recomienda que dones dinero a una organización benéfica para que haga el sacrificio en tu nombre y para alimentar a los musulmanes pobres a través de una de las organizaciones islámicas de ayuda en línea.  Los costos de realizar el sacrificio varían en función del país en el que quieras realizarlo. A continuación se enumeran algunas organizaciones, pero puedes encontrar muchas más en el internet:

 

http://www.islamic-relief.org/category/seasonal/seasonalcampaignqurbani/

http://www.islamic-relief.org/category/seasonal/seasonalcampaignqurbani/

http://irusa.org/udhiyahqurbani/?gclid=CL-llYOA-c4CFQpsfgod1A8Cfg

https://umrelief.org/campaigns/qurbani/

https://pennyappealusa.org/campaigns/qurbani

 

Ponte en contacto con tu mezquita o centro islámico local al menos una semana antes para averiguar la hora y el lugar donde se celebrará la oración colectiva. Después de la oración, se suelen servir dulces y refrescos ligeros. La mayoría de las mezquitas celebran cenas de Eid por la noche o en los días siguientes. Averigüa cuándo y dónde son e intenta asistir a ellas.

No te sientas solo ni aislado. Haz planes con tus amigos o familias musulmanas para visitarlos el día del Eid. Invita a amigos musulmanes y cocina para ellos. Si no puedes cocinar, come fuera con ellos. Intenta involucrar a los miembros de tu familia no musulmana llevándolos a la oración del Eid contigo o invítalos a cenar con tus amigos musulmanes. ¡Tienes cuatro días para celebrar el Eid!

Las familias hacen regalos a los niños en el Eid. El profeta Mohammed dijo: “Intercambien regalos entre ustedes, se amarán”. Puedes hacer regalos a tus familiares y amigos no musulmanes y musulmanes.

Hazte voluntario el día del Eid en tu mezquita local. Necesitarán voluntarios para el aparcamiento, la preparación de la comida, la limpieza, las actividades para niños, etc.

Vístete para el Eid. Cómprate ropa nueva si es posible y ponte en plan de celebración.

 

Para hacer un resumen de lo anterior…

 

En este día, el musulmán que no realiza la peregrinación del Hayy lleva a cabo las mismas actividades que normalmente realiza en el Día de la ruptura del ayuno [4], con la excepción de no pagar la caridad de la ruptura del ayuno, que sólo se aplica después del Ramadán.

Un rasgo distintivo de esta celebración es el sacrificio de un animal, que se considera un acto de adoración muy recomendable para quienes pueden hacerlo económicamente.

Otra característica es la prolongación de la fiesta durante varios días. El Día de Arafah, el Día del sacrificio y los tres días del amanecer son cinco días consecutivos de celebración que suceden anualmente, de donde proviene el nombre de Eid [5]. Estos días están destinados a ser momentos para “comer, beber, alegrarse y recordar a Dios”, como enseñó el mensajero Mohammed. El Día del sacrificio, junto con los tres días siguientes, son días en los que está prohibido ayunar, ya que son días de celebración.

Un animal de sacrificio se refiere a cualquiera de los animales de pastoreo (ovejas, cabras, vacas o camellos) que se sacrifican durante la fiesta del sacrificio con la intención de buscar la cercanía a Dios.

El sacrificio de un animal durante la fiesta del sacrificio es una práctica que el profeta Mohammed realizaba con regularidad y fomentaba para aquellos que pudieran hacerlo. La persona responsable por la familia puede ofrecer un sacrificio para sí mismo y en nombre de sus dependientes.

No es lícito ofrecer un sacrificio de cualquier animal o ave, excepto los animales de pastoreo, es decir, ovejas, cabras, vacas o camellos. Una oveja o una cabra es suficiente para un hogar, y siete hogares diferentes pueden compartir el sacrificio de una vaca o un camello. El animal sacrificado debe tener la edad adecuada. Una oveja debe tener al menos seis meses, una cabra un año, una vaca dos años y un camello cinco años. También debe estar libre de defectos aparentes.

¿Qué se debe hacer con el animal de sacrificio?

Está prohibido vender cualquier parte del animal sacrificado. Se recomienda dividirlo en tres partes: una parte para consumo personal/comida, un tercio para regalar y un tercio para dar en caridad a los pobres y necesitados. Está permitido delegar en alguien para que sacrifique un animal de sacrificio en su nombre, como por ejemplo una organización caritativa de confianza que se encargue del sacrificio de animales de sacrificio y los distribuya entre los necesitados.

Por supuesto, está permitido sacrificar más de un animal en nombre de una sola casa o persona, ya que contaría como una buena acción adicional.

Que Dios te bendiga y acepte tu adoración y sacrificio.

 

[1] Día del sacrificio de Adha

[2] Dhul Hiyyah  

[3] Días de “tashreeq” (amanecer), ya que la gente hacía secar la carne de sus ofrendas bajo el sol durante estos días.

[4] Día del ‘fitr’,  la ruptura del ayuno

[5] Eid significa un evento recurrente y repetido

La Historia de Jonás

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La Historia de Jonás

 

La historia de Jonás se menciona varias veces en el Corán. Jonás fue enviado por Dios como mensajero a una nación en el actual Irak, según los historiadores musulmanes. Era una nación próspera. Dios lo describe en el Corán: “Luego lo envié a una población de más de cien mil personas”. (37:147) Jonás llamó a su pueblo a adorar sólo a Dios y a rechazar los falsos dioses, sin embargo, rechazaron su llamada y su mensaje. Jonás advirtió a su pueblo del castigo inminente de Dios y luego abandonó la ciudad.

Cuando la gente del pueblo de Jonás vio el castigo de Dios, se arrepintieron y creyeron en Él. Dios retiró su castigo. Pero Jonás sintió que su pueblo lo consideraría deshonesto ya que el castigo que prometió no llegó. Jonás decidió partir en barco sin el permiso de Dios. El barco sobrecargado cayó en una tormenta. Los pasajeros del barco decidieron que había que tirar a alguien por la borda para salvar al resto.

Comenzaron a echar suertes. El primer sorteo fue el de Jonás. Los pasajeros, sabiendo que él era el mensajero de Dios, decidieron volver a echar la suerte. Sin embargo, cada vez era la suerte de Jonás. Jonás se dio cuenta de que esa era la decisión de Dios. Entonces fue arrojado al mar. Dios dice: “Jonás también fue de Mis mensajeros. Cuando se fugó en el barco abarrotado, lo echaron a la suerte y él fue el perdedor”. (37:139-141)

Dios decretó que Jonás fuera tragado por una ballena en el mar. Fue en las profundidades del vientre de la ballena en lo más profundo del mar que Jonás se volvió a Dios, buscando Su ayuda y perdón. Dios dice: “Y si no fuera porque él era de los que glorifican a Dios, hubiera permanecido en su vientre hasta el Día de la resurrección”. (37:143-144) La súplica hecha por Jonás está registrada en el Corán: “No hay otra divinidad más que Tú. ¡Glorificado seas! En verdad he sido de los injustos”. (21:87)

Dios salvó a Jonás de la ballena y lo puso en la orilla de una tierra donde Dios le dio sustento. Dios dice: “Pero lo arrojé a un lugar desolado, y su piel estaba tan débil que ordené crecer una planta de calabaza para que lo cubriera”. (37:145-146) Dios alaba a Jonás en el Corán, por haberse dado cuenta de su error y arrepentirse. El mensajero Mohammed mencionó las virtudes de Jonás en sus enseñanzas.

Dios dice dirigiéndose al profeta Mohammed y a sus seguidores: “Ten paciencia ante el designio de tu Señor y no seas como el que fue tragado por la ballena, que Me imploró angustiado. Si no hubiera sido por la gracia de su Señor, habría sido arrojado a la playa desierta cargando su culpa. Pero su Señor lo había escogido para que fuera uno de los piadosos”. (68:48-50)

Cronología de la vida de Moisés

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Cronología de la vida de Moisés

 

  • Moisés nació en un momento en que el Faraón había decretado que se matara a los varones recién nacidos de los hijos de Israel.

 

  • La madre de Moisés lo colocó en el río cuando vio que los soldados del Faraón se acercaban. Después de que se retiraron, se acercó al río para recuperar a su bebé pero descubrió que Moisés había sido llevado por el río hasta el palacio del Faraón.

 

  • Ahí fue adoptado por el Faraón y su esposa, pero Moisés se rehuso a ser amamantado por cualquier mujer que no fuera su madre, por lo que fue devuelto a ella para que pudiera amamantarlo.

 

  • Un día cuando ya se había convertido en adulto, fue a la ciudad donde vio a un hombre egipcio y un israelita luchando. El israelita le pidió ayuda a Moisés pero cuando él fue a intervenir la pelea, inadvertidamente mató al hombre egipcio.

 

  • Moisés huyó por miedo a la tiranía del Faraón y se instaló en un lugar llamado Madyan, donde eventualmente se casó.

 

  • Después de diez años, Moisés y su familia se fueron de Madyan. En el camino, Dios le habló a Moisés y fue ungido como un mensajero.

 

  • Moisés le pidió a Dios que su hermano Aarón también fuera nombrado mensajero para tener su ayuda y apoyo.

 

  • Fueron con el Faraón, para llamarlo a Dios y a exigirle que liberara a los hijos de Israel.

 

  • El Faraón se negó, por lo que Moisés le mostró una señal, e hizo que el bastón se convirtiera en una serpiente.

 

  • El Faraón vio esto como hechicería y le exigió a Moisés un duelo con sus magos para mostrar que sus magos eran más poderosos que él. Acordaron un tiempo y un lugar para tal duelo.

 

  • Cuando los magos vieron cómo su magia fue tragada por el bastón de Moisés, cayeron inclinándose en sumisión, y aceptaron el llamado de Moisés.

 

  • Dios continuó enviando señales al Faraón pero él rechazó cada una.

 

  • La esposa del Faraón eventualmente creyó en Moisés.

 

  • Eventualmente, las señales fueron demasiado grandes y muchas, por lo que el Faraón aceptó liberar a los hijos de Israel.

 

  • El Faraón se arrepintió de su decisión y reunió a sus ejércitos para perseguir a Moisés y a su pueblo.

 

  • Moisés y los hijos de Israel fueron al mar pero el Faraón y su ejército iban detrás de ellos en su persecución. Dios le ordenó a Moisés que golpeara el mar con su bastón haciendo que el mar se partiera, abriendo camino para él y su pueblo. El Faraón y sus ejércitos los siguieron pero el mar se fusionó de nuevo y todos se ahogaron.

 

  • Moisés y los hijos de Israel viajaron hacia la tierra prometida.

 

  • Moisés se retiró por cuarenta noches para encontrarse con Dios y recibir la Torá. Durante su ausencia, algunos de su pueblo formaron un becerro de oro con sus joyas y comenzaron a adorarlo como un dios.

 

  • Moisés regresó enojado y reprendió a su pueblo por adorar al becerro además de Dios, a pesar de todos los favores de Dios sobre ellos.

 

  • A medida que se acercaron a la tierra prometida, los hijos de Israel recibieron instrucciones de que debían luchar contra las personas malvadas que residían allí. Los hijos de Israel se negaron y en su lugar le dijeron a Moisés que fuera a luchar con su Dios.

 

  • Dios decretó que los hijos de Israel vagarán por la tierra durante cuarenta años sin poder entrar en tierra santa.

 

  • Fue durante este tiempo que Moisés falleció.

Sigue adelante después del Ramadán

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El Ramadán es un mes en el que hacemos todo lo posible para sobresalir y hacer más. Inevitablemente, después de que termina el Ramadán, sentimos una caída en términos de nuestros niveles de adoración. Esto es natural y no hay nada de qué preocuparse demasiado. Una señal de que nuestras buenas acciones son aceptadas es que seguimos haciendo el bien después de que termina la temporada.  Debemos tratar de mantener un elemento de nuestra adoración de Ramadán:

 

  • El Salat – Durante el mes de Ramadán tratamos de ser consistentes en nuestro Salat diario obligatorio y también ofrecemos Salat voluntario. Deberíamos mantener esto después del Ramadán y tratar de ofrecer algún Salat voluntario como los ofrecidos antes y después del Salat obligatorio.

 

  • El Corán – Durante Ramadán tratamos de leer tanto Corán como sea posible y estudiarlo también. Mantén esa rutina. Establece un objetivo diario o semanal en términos de lectura y estudio del Corán.

 

  • Súplicas y oraciones – El mes de Ramadán es un tiempo en el que a menudo suplicamos y oramos a Dios, pero Dios no responde a las súplicas y oraciones exclusivamente en Ramadán. Debes continuar invocando a Dios con todas tus necesidades durante todo el año.

 

  • La caridad – Dar caridad es común en Ramadán, ya que es el mes de la generosidad y la donación. Sin embargo, las personas pobres y necesitadas existen durante todo el año. Haz que sea un hábito regular seguir dando caridad y ayudando a los menos afortunados.

 

  • El perdón de Dios – El Ramadán es un mes para arrepentirse ante Dios y buscar Su perdón. Sin embargo, también necesitamos esto fuera del Ramadán. Haz de esto un hábito regular también.

 

Estas acciones mencionadas anteriormente no necesitan ser en grandes cantidades. Lo más importante es la consistencia. El mensajero Muhammad nos dijo que las obras más amadas por Dios son aquellas que son consistentes, incluso si son pocas.

Lo que el Corán dice acerca de Ramadán

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Lo que el Corán dice acerca de Ramadán

 

El Corán menciona una serie de puntos relacionados con el mes de Ramadán:

  1. En 2:183, Dios nos ordena ayunar el mes de Ramadán. También nos informa que el ayuno fue prescrito a los mensajeros y a las naciones anteriores.

  2. En el mismo pasaje, Dios menciona que uno de los principales objetivos del ritual del ayuno es lograr la consciencia de Dios y la piedad, por medio de los mandamientos y alejándose de las prohibiciones.

  3. En 2:184, Dios nos informa que Ramadán es un número limitado de días (un mes lunar completo). Aquellos que no pueden ayunar, como los enfermos y los viajeros, pueden romper su ayuno durante esos días y luego recuperarlos después de Ramadán cuando sea posible.

  4. Aquellos que son permanentemente incapaces de ayunar en cualquier época del año, pueden alimentar a una persona pobre por cada día perdido como sustituto del ayuno.

  5. Los puntos anteriores muestran que Dios quiere facilitarnos las cosas y no dificultárnoslas. Dios ha dado un medio para ganarse Su favor para aquellos que tienen excusas validas para no ayunar.

  6. En 2:185, Dios nos informa que la revelación del Corán comenzó en el mes de Ramadán.

  7. En este pasaje, Dios nos ordena glorificarlo y alabarlo, y mostrar agradecimiento y gratitud por la guía que nos ha dado al permitirnos adorarlo.

  8. En 2:187, Dios nos dice que la ventana de tiempo de ayuno es desde el amanecer hasta el atardecer cada día de Ramadán. Esto es de la misericordia de Dios, ya que nos permite comer, beber y tener intimidad con nuestros cónyuges durante las noches de Ramadán.

Objetivos del ayuno

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Objetivos del ayuno

 

El ayuno tiene una serie de metas y objetivos vitales para los musulmanes. El mes de Ramadán es un tiempo de disciplina y entrenamiento para el creyente, y muchas de las lecciones y beneficios aprendidos durante este mes deben ser aplicadas durante los siguientes once meses.

  • Alcanzar la conciencia de Dios y fomentar la piedad – El ayuno nos ayuda a fomentar la piedad hacia los demás. Una persona que ayuna se abstiene de comer, beber y tener relaciones íntimas, todo esto con el fin de agradar a Dios. Podría esconderse para comer y beber, pero no lo hace, ya que es consciente de que Dios lo ve todo. Dios dice, “¡Oh, creyentes! Se les prescribe el ayuno al igual que les fue prescrito a quienes los precedieron para que alcancen la piedad.” [2:183]

 

  • Glorificar a Dios – Ramadán es un mes de adoración. Los musulmanes no solo ayunan, sino que el ayuno debe motivarlos a adorar a Dios de otras maneras. En particular, glorificamos a Dios por habernos guiado a Su adoración. Dios dice: “En el mes de Ramadán fue revelado el Corán como guía para la humanidad y evidencia de la guía y el criterio. Quien presencie la llegada de [la Luna nueva de] el mes deberá ayunar, pero quien esté enfermo o de viaje [y no ayune] deberá reponer posteriormente los días no ayunados y así completar el mes. Dios desea facilitarles las cosas y no dificultárselas; alaben y agradezcan a Dios por haberlos guiado.” [2:185]

 

  • Ser agradecidos con Dios – El ayuno nos permite apreciar las muchas bendiciones que Dios nos da. A menudo damos por hecho que tendremos cosas como comida y agua, y a la vez somos plenamente conscientes de que hay muchos en el mundo que no siempre disfrutan de estas bendiciones. Fácilmente podríamos estar en su situación. También damos gracias a Dios por Sus bendiciones de fe y guía, y por habernos permitido conocer el Corán y al Mensajero Muhammad. Dios dice acerca del ayuno, “…para que le des gracias a Dios por guiarte a esta religión que Él ha aprobado para ti.” [2:185]

 

  • Nuestro lado espiritual y nuestro carácter – Así como entrenamos nuestros cuerpos y nos abstenemos de disfrutar de la comida y la bebida durante las horas de ayuno, también debemos entrenarnos para abstenernos de los pecados y de lastimar a los demás. Con el aumento de la fe y la piedad, debe también haber un aumento en el buen carácter y una moral superior. Los musulmanes deben siempre abstenerse de perder los estribos o dañar a otros, especialmente durante el ayuno.