La historia de Jonás se menciona varias veces en el Corán. Jonás fue enviado por Dios como mensajero a una nación en el actual Irak, según los historiadores musulmanes. Era una nación próspera. Dios lo describe en el Corán: “Luego lo envié a una población de más de cien mil personas”. (37:147) Jonás llamó a su pueblo a adorar sólo a Dios y a rechazar los falsos dioses, sin embargo, rechazaron su llamada y su mensaje. Jonás advirtió a su pueblo del castigo inminente de Dios y luego abandonó la ciudad.
Cuando la gente del pueblo de Jonás vio el castigo de Dios, se arrepintieron y creyeron en Él. Dios retiró su castigo. Pero Jonás sintió que su pueblo lo consideraría deshonesto ya que el castigo que prometió no llegó. Jonás decidió partir en barco sin el permiso de Dios. El barco sobrecargado cayó en una tormenta. Los pasajeros del barco decidieron que había que tirar a alguien por la borda para salvar al resto.
Comenzaron a echar suertes. El primer sorteo fue el de Jonás. Los pasajeros, sabiendo que él era el mensajero de Dios, decidieron volver a echar la suerte. Sin embargo, cada vez era la suerte de Jonás. Jonás se dio cuenta de que esa era la decisión de Dios. Entonces fue arrojado al mar. Dios dice: “Jonás también fue de Mis mensajeros. Cuando se fugó en el barco abarrotado, lo echaron a la suerte y él fue el perdedor”. (37:139-141)
Dios decretó que Jonás fuera tragado por una ballena en el mar. Fue en las profundidades del vientre de la ballena en lo más profundo del mar que Jonás se volvió a Dios, buscando Su ayuda y perdón. Dios dice: “Y si no fuera porque él era de los que glorifican a Dios, hubiera permanecido en su vientre hasta el Día de la resurrección”. (37:143-144) La súplica hecha por Jonás está registrada en el Corán: “No hay otra divinidad más que Tú. ¡Glorificado seas! En verdad he sido de los injustos”. (21:87)
Dios salvó a Jonás de la ballena y lo puso en la orilla de una tierra donde Dios le dio sustento. Dios dice: “Pero lo arrojé a un lugar desolado, y su piel estaba tan débil que ordené crecer una planta de calabaza para que lo cubriera”. (37:145-146) Dios alaba a Jonás en el Corán, por haberse dado cuenta de su error y arrepentirse. El mensajero Mohammed mencionó las virtudes de Jonás en sus enseñanzas.
Dios dice dirigiéndose al profeta Mohammed y a sus seguidores: “Ten paciencia ante el designio de tu Señor y no seas como el que fue tragado por la ballena, que Me imploró angustiado. Si no hubiera sido por la gracia de su Señor, habría sido arrojado a la playa desierta cargando su culpa. Pero su Señor lo había escogido para que fuera uno de los piadosos”. (68:48-50)